Escritos de: Leocadio Ernesto Peña Viloria. Page: 9

Leocadio Ernesto Peña ViloriaMuy agradecido, por darme la oportunidad de compartir mis escritos. Bueno como ya saben mi nombre es: Leocadio Ernesto Peña Viloria. Con estudios en la Universidad de los Andes, y el Tecnológico de Valera. No culminados, actualmente soy comerciante de Turismo. Tengo un negocio de Artesanía en Valera- Isnotu, donde se encuentra José Gregorio Hernández. Vivo en este Pueblo de tranquilidad y paz.

Me gusta Escribir: Poesía, Cuentos, Revelaciones, Sueños y sobre todo mis escritos del espíritu de Dios. Me gusta, mucho escribir, y leer libros de auto ayuda. Así como libros de los misterios de la vida y Dios, la buena música de los 80, y toda aquella música con letra y mensajes del alma [...]
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pencilplus32.png Escritos compartidos por el autor. Índice de letras publicadas en esta página. Leocadio Ernesto Peña Viloria.

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Obra escrita de Leocadio Ernesto Peña Viloria. Edición autorizada.

Los caminos de toda una vida

Los Caminos de la niñez:
A. Cuando llegas a la vida, no sabes nada o tal vez toda, llegas con la bondad de un alma pura; y el nacer de la inocencia de un niño. En ese momento mágico de la vida sientes por primera vez y tienes el don del amor y la verdad que es la vida; sientes y ves, por tu inocencia el espíritu de Dios, que todos tenemos y perdemos con el tiempo cuando queremos.

Seguimos este largo caminar del circulo interminable de la vida. Que hermosa es la existencia de la inocencia, que bello sabe el niño ver la savia, como toma su tiempo para todo. Que magia nos dan por primera vez, y la dejamos ir, o es tanta la inocencia que nos la roba con palabras de los que ya la perdieron y no saben de la magia.

Nosotros, todos los seres vivos ¡los Humanos! Sabemos mucho de la vida. Pero solo guardada que cada cual, de su interior y no lo damos al mundo ni siquiera a nosotros mismos; y no te imaginas la magia que tenemos en nuestro interior. ¡Ay! Esta la verdad de la vida y nuestro Dios.

Caminamos por estos pensamientos que hablan de un poco del camino de la sabida vida; con la niñez que viene y nos regala las mil maravillas y luego se va y la añoramos; y no... Y no solo ahí está, te equivocas está dentro de ti, y en tu niñez. Y hemos pasado la vida buscando fuera de ella. A Dios, la verdad.

Este espíritu de niño, que unas ves tienes y vives de verdad; solo se duerme porque dicen que ¡maduramos! O es que renunciamos a la verdad de este camino; por alcanzar cosas o metas que después no las queremos, o quizás aprendemos con el tiempo a ver un poco de la verdad. Que hermoso es ser niño, lo eres y creciendo quieres ser grande y llegando a ser grande quieres ser niño. ¡Verdad! Qué extraña es la vida y que sabía, son verdades que tenemos que vivir para poder comprender el amor y la vida que son el camino a la verdad que es Dios.

Sabemos que cuando niño sentimos el mundo mágico lleno de maravillas, y soñamos con un mañana para despertar en él; para luego una vez más soñar con el pasado ¡sí! Que cosas vemos en el sendero de la vida, son pensamiento que nos llega sin muchas veces entender él porque de esas verdades; que son una solas, dentro de ti en tu yo interno ¡a y! Solo allá entrará el amor a la vida que son las verdades de la Esencia divina.

Empezamos a gatas por la senda, viendo el nuevo mundo lleno de maravillas nuevas, sin saber que atrás queda la verdad pura, y la única de la vida, la más cercana a mi Dios. Te digo, la dejamos en el niño inocente, en su corazón lleno de fe.

Que no sé porque queda atrás; quizás y sabes, que comenzamos a atarnos, y perder la fe porque queremos. Pero hay esperanza, ya que hay seres que llegan al mundo como apárese cada cual; solo que su alma de niño se va al hombre, y viejo. Y muere, y no muere, como todo vuelven como niño.

“Por eso te invito a que escuches a los niños, a su alma e inocencia y los vivas y te llenes de alma de niño; porque de ellos es el reino de Dios”.

Yo quisiera muchas veces disfrutar mis hijos, e inconscientemente no lo hago; y mis palabras son otras pero hay cosas de la sabia vida que poco a poco son de cada cual; tengamos paciencia y fe.

Caminamos por el sendero que empezamos gateando, nos encontramos con tantas cosas que no conocemos, y nos deslumbramos y desilusionamos a medida que vamos creciendo; quizás sean esos pequeños detalles que hacen que la vida cambie en esa parte espiritual; que heredamos cuando niño.

Acuérdate que Dios es el alma de los niños y un niño que está en todas partes esperándote; y dentro y muy profundo en ti esta la verdad, tu Dios.

El niño ya camina, se cae y se levanta:
B. El pequeño ser, se va adentrando en su senda nueva muy contento por todo lo que ve, y poco a poco va pensando más sintiendo menos; sus semejantes lo ven, le hablan y le enseñan otras razones para el vivir. Caminamos y caminamos viendo muchos senderos y nuevas vidas, e ideas, que parecen maravillas que vemos y nos dan. Y Todavía con inocencia en nuestro ser, conociendo nuevos mundos, llenos de fascinación y errores del hombre. Paseamos y conocemos el niño que camina, que come que cae y levanta; y comienza nuevas experiencias, va poco a poco con miedo de lo extraño del mundo que camina.

Conoce por primera vez, el sentir del nuevo mundo el principio de una etapa diferente. Todavía con magia de inocencia, que dura poco y con el tiempo pasa; sin darse cuenta que se va escapando lentamente; una vuelta tan profunda en tu nueva existencia.

Caminas todavía lleno de tu Dios, y vez cosas nuevas del hombre que vas a conquistar en la torre del saber; del ser humano, a tratar la sabiduría que ellos creen tener de ciencia, pero con poco sentimiento espiritual, caminas por los diferentes laberintos, haciendo su parada en cada salón de enseñanza que te brindan; aprendiendo de aquí y de allá, y cada día olvidando cada vez más del mundo de dónde vienes. Tu fe, tu origen maravilloso y tu Dios. Tu yo y tu camino verdadero de la sabia vida, nuestro Dios.

Vas escalando en esa vida, por otras vidas que vivirás y no sabrás vivir de verdad; porque la mayoría de nosotros a medida que nos vamos alejando de la inocencia, sin querer o queriendo apartamos la fe y la magia del niño inocente.

Somos tontos al dejar el toque mágico, por la sabiduría del hombre y sabemos que se dejó atrás él yo interno verdadero; Para ver todo lo que tenemos en el nuevo camino, y aun sabiendo que podemos llevar con nosotros esa maravilla en nuestro interior; y aprender todo lo nuevo y hacer de nuestra vida un mejor vivir. Vamos caminando viendo y a veces viviendo estas nuevas cosas; queriendo más y más de lo que vemos, y mirando aquellos más grandes. Jóvenes y hombres.

Y soñando ser como ellos, para tener más y conocer más, sin saber que al llegar a una parte del final del círculo de la vida; vamos a querer volver ser niño, a ser todo lo que fuimos. Y ha y empezamos a ver gran parte de verdad de la vida de nuestro Dios.

Ya hemos pasado varios salones del laberinto que comenzamos en este camino; Empezamos a crecer mentalmente, ¡y a veces espiritualmente! Como algunos tienen ese don maravilloso.

Se hace el principio de otra luz, que comenzamos a conquistar otros pensamientos, otras metas, ya somos un poco altos y queremos más. O es tal vez que nos sometemos o estamos sujetos a seguir una cadena por el logro de una nueva vida.

El joven ya piensa solo:
C. Va el joven que niño una vez fue, entrando al nuevo laberinto, ya ve y entiende un poco de la vida, cree saber parte de lo que vive y vive su vida todavía con magia con pureza y fe. Y se enamora por primera vez, y siente la verdad en su corazón como nunca la había sentido; vive la vida de verdad, palpita y se llena de maravillas que el saber del hombre no le puede dar; comienza la magia del amor. Y su vida por primera vez se vuelve una melodía que suena en sus oídos como la evidencia de la vida.

Es maravilloso enamorarse por primera vez; te estremeces y sientes que vives la vida como nunca... Vives de verdad, como nunca habías sentido, vez la vida como el mejor camino de tu savia, y es a y donde está la gran parte de la verdad, de las verdades de Dios.

Sientes el mundo en tu mano, y ves por primera vez lo lindo de las maravillas del mundo echo por Dios; vives sientes de verdad la vida como nunca tu corazón y espíritu había sentido; abrasas la felicidad, y ves el camino de la verdad de nuestra divinidad, que hermosa paz te invade, té llenas de la luz del amor, de la luz espiritual. De amor, de paz, del sentimiento que llega como voz, que yo escribo como palabras para dar.

¡Sí! Así como llega se va, y vuelve pero cada vez con menos fuerza; por qué dices que creces, o tales ves porque empieza a vivir la vida; pensando en lo que piensa otro, que no tienen nada que ver con tu vida, o con lo que hagas de ella. Y es así, como comienzas a endurecer tu corazón y vida; quizás tienes miedo de volver a enamorarte.

Y es así como a tu mente vienen muchos pensamientos de sentimientos vividos; que te hacen vivir, tener miedo, pero son esos sentimientos, los que te pueden encaminar a una gran porción de la verdad; que todos buscamos en lugares equivocados, aun sabiendo que es en nuestro interior y corazón ¡ay solo ay! Esta el verdadero camino a nuestro Dios.

Seguimos creciendo un poco más, y queremos ver y conocer más del mundo del hombre; empezamos cada vez, a alegarnos del verdadero camino de la verdad, vives muchas veces la vida con locura, o sin sentido. O cera que comienza el principio del desaparecer de lo que queda de la inocencia y fe del joven soñador que todos llevamos; y apartamos por el joven, que hombre se va haciendo.

El joven hombre sé ha hecho ya:
D. Ya el joven, hecho hombre va por la vida en busca de un poco más que el saber; sabe algo de la vida y de sus muchos caminos; algunos de estos erróneos, y otros de bien, pero poco a poco comienza el principio que dejo. ¡Y extraña su pasado sin darse cuenta que vuelve! Pero esta vez lo entiende y no lo ve. Y pasa gran parte de su vida, buscado una gota de la verdad de la savia y es que no ve; que ya inicio, el mirar en su interior, de lo que quiere y lo sigue buscando afuera.

Cuando nos acerquemos, a una pizca del espíritu de la verdad, iniciaremos el principio de esta.

Como una historia, del niño al joven hecho hombre, y viejo al niño. Que se fue de viaje en busca de la verdad para encontrar la inspiración para escribir del amor, la verdad de Dios; viajando por muchos caminos sin encontrar lo buscado; en algunos caminos preguntada por lo más hermoso; y pocos contestaron el amor, y otros le decían la paz en tu alma, y sin saber cómo empezar a escribir, siguió buscando y se acercó a un pordiosero y le pregunto por la verdad; y este le dijo “hermano mío, LA VIDA es la cosa más bella e inspiradora del mundo.

El niño joven hombre, se fue a su casa sin saber cómo escribir, y muy cansado de su cuerpo y espíritu. Y al llegar, su esposa lo recibió con mucha ternura y calor; y vio “EL AMOR” y siguió y en todo su hogar respiraba tranquilidad, era “LA PAZ” y siguió y cuando sus hijos lo besaban vio en los ojos de sus niños... “LA VIDA”. Y feliz se inspiró y vio lo que tanto buscaba fuera de su casa. En su interior... ¡SU FAMILIA!

Por eso siente, mira, toca y respira la vida de verdad, con amor, para que llegue la paz y aprenda a ver la vida la verdad; que es Dios.

Oye lo que te voy a decir, presta mucha atención en lo que has leído sobre el amor, la paz y la vida. Y veras, sentirán que en su esposa, él encontró amor, en su casa la paz y tranquilidad, en los ojos de los niños, su inocencia y alma la vida la verdad; en ellos encontrarás todo; has lo de tu vida y sabrás más de lo que querías conocer.

Cuando llegamos a la vida del hombre maduro, y en algunos seres en que el espíritu se llena de luz sabia; que aprenden a sentir y ver muchas cosas que algunos tienen ese privilegio. Tiene el don de escribir la palabra, como otros el don de hacerla de ellos y darla al prójimo; y pocos la maravilla de llegarle como sentimientos que siente y transforma en pensamientos para escribirlo con palabras. Y no el privilegio de hacerla suya, que milagrosa seria, ser todo en uno llegaría a la luz espiritual de la vida y la verdad que es Dios.

Llega al hombre, un poco de lo perdido en su niñez se abre una parte del principio de la vida pasada; sientes que el niño es el centro de la vida que toda jira sobre él; y quieres aquella inocencia, vida y paz perdida. Ahora si sientes y vez el amor, paz y vida la verdad de Dios. Y en ese preciso momento observa el círculo interminable de la sabia vida. ¡Sí! Amigo mío, sin darnos cuenta volvemos a empezar; pero esta vez viendo y entendiendo gran parte de este milagro. De esa maravilla espiritual que entra a nosotros de milagro en milagro.

El hombre y el principio de su luz espiritual:
E. La vida ahora más clara, y con tu luz espiritual, la sientes y vives como nunca en tus caminos habías soñado; comienzas el principio de lo que tanto querías, los senderos de la sabia vida dan un vuelco inconcebible, maravilloso vez gran parte de las verdades de la vida y de las injusticias del ser humano y el poco amor de muchos. Dando un motivo para seguir por la vida luchando por alcanzar la luz celestial.

Comienza una cantidad de ideas y pensamientos a llenarte y confundirte porque te niegas a las verdades que llegan a tu ser; son el nacer de tu yo interno que despierta reclamando el alma que tanto tiempo estuvo dormida. Y reclama que la vida es una maravilla de nuestro Dios, y quiere y queremos cambiar la forma en que se vive esta. Ves y sientes el principio de un pensamiento que no es. Luz que no ve; corazón y alma entiende y ve a su manera, siente la luz espiritual la paz e inexplicable. El don maravilloso de sentir la paz el amor; a Dios, en tu yo interno que estaba contigo pero no había despertado en ti.

En ese preciso momento en que té llenas de luz espiritual del espíritu santo tu vida da un vuelco maravilloso, llegan a tu mente cosas que no tiene explicación alguna solo con la mente llena de sabiduría espiritual podrás comprender y explicar la luz que te invade y llena de lo enigmático.

Comprendes ya, cosas que tu espíritu no había alcanzado y es ay cuando quieres mas y no puedes; porque es lentamente que crece el árbol y poco a poco alcanza su madures total. Dando sombra, cobijo y frutos a los que mira en su interior.

Seguimos este largo caminar de la vida y en su principio con un montón de pensamientos que a lo largo de la sabia vida los hacemos realidad; queremos riqueza y materialismo que con el tiempo en algunas almas dejan de ser importantes. Porque hay corazones con alma soñadora y llena de fantasías y sueños fantásticos que quieren conocer su Dios interior y algo más que riquezas. Quieren llenarse de amor de luz celestial de Dios.

Pasamos la vida buscado cosas, que muchas veces no tienen sentido, atravesando montañas de pensamientos, que hacemos en nuestra mente, que nos ahogan porque queremos sin imaginarnos que la vida es luz que todo lo puedes vencer, esos pensamientos que nos lastiman, porque así lo queremos. Cambiemos por razones seguras y de felicidad y notaremos un cambio en nuestras vidas inexplicable. ¡Sí! Porque con tus pensamientos aran de tu vida lo que quieres que sea. Hay muchas veces que sentimos que todo se viene abajo; pero recuerda que después de toda vida dura y de problemas que muchas veces nos creamos viene la paz y la tranquilidad que alejamos; con nuestros pensamientos negativos, apártalos con bondad, perdón, amor y humildad dáselos a todos hasta tu peor enemigo y veras y sentirá un cambio en tu vida que te sorprenderá has lo ya; no esperes más porque la vida es corta para tantas maravillas que nos brinda. Vívela sin amarguras ni odios ni nada de esa cosa y veras la luz del señor que te llenara de todo lo que necesitas. Y así de ti sé ira toda enfermedad todo mal pensamiento y toda duda en tu corazón. Pero empieza a dar lo mejor de ti sin preferencia para que la luz espiritual te invada te llene de su poder mágico.

La vida está llena de maravillas, dudas y preguntas que dejamos de vivirlas; sin saber que las mejores cosas de la vida, son viviéndola de verdad, y dándole repuestas a todas tus dudas... Buscando en tu interior y muy dentro estará tu creador tu fe tu esperanza; y el amor que tanto buscas fuera de ti

Sabes, los dueños de la vida, la fe, el amor, la esperanza, la felicidad y con ellos la paz son los niños con su inocencia con su ¡todo del todo, con el Dios! Que es el que todos llevamos; pero ellos lo llevan todo el tiempo despierto en su interior y corazón. A sí que te invito a que te acerques a ellos... Comienza por tus hijos que son él todo de tu existencia y tu espíritu que te puede llevar por el camino correcto y hacer que en ti despierte el Dios que cada uno tenemos dormido; así que despierta y vive con tus hijos, que son los que te pueden dar lo que buscas fuera de ti.

No espere más o la vida sé ira sin vivir lo que te toca de cada día y es muy triste dejar de gozar todas las maravillas que Dios te ha regalado; tu familia que es el centro, el camino la verdad que tanto buscas Porque, hay cosas que solo, en la sonrisa, en la inocencia, en tus hijos. En los niños que tienen la magia de Dios. Nos pueden dar paz, amor y el camino la verdad que es Dios.

Cuando comenzamos a pensar como hombre; que ya ha recorrido caminos de enseñanza, y vida nos damos cuenta de que en nuestro exterior, ha desaparecido el don prodigioso del soñador del vivir como niño. Y es triste, porque solo soñando y viviendo como niño; lograremos entrar al paraíso espiritual de mi Dios.
La vida, nos lleva de allá para acá dándonos regalos hermosos y sorpresas que nos lastiman; pero nos enseñan que cada una de nuestras vivencias, y nosotros tomamos y vivimos.

Como queremos pequeños detalles, que nos llevan a vivir y no vivir como queremos.

Los caminos del ayer. -Primera parte

Categoría: Historias

→ Leocadio Ernesto Peña Viloria

El encuentro del espíritu

Es que no tengo palabras, para que mi corazón lleno de paz y alegrías. Den al mundo lo maravilloso, de la siembra que cada uno lleva; y son parte de la deidad creadora.

¡Si! El espíritu que es la parte del ser maravillo- humano, que tiene la capacidad o bendición de comunicarse con dios. Sin ninguna intervención de la razón o el entendimiento del saber humano.

Por eso, hijos de dios, mejoren su vida. Con pensamientos misericordiosos- buenos, con emociones y sentimientos puros que alimenten su alma; que son la unión pequeña y grande de la verdad de la vida.

Que nace muy en lo íntimo de nuestro interior, en esa pequeña y profunda conexión o lazo; que es el alma. Y alcanzas, cuando tu vida se vive con amor que es la misma verdad.

Solo así llegaras a sentir, y escuchar con voz que no es, el espíritu divino. Que es el que te da, la fe en dios, y no en las creencias humanas.

Por eso y muchas cosas más Cristo Jesús derivo sus enseñanzas de la verdad y el amor. Más ¡No! de fuentes humanas. Sino, del espíritu de su divino padre, que le elevo su mente a la verdad

Categoría: Reflexiones

→ Leocadio Ernesto Peña Viloria

La búsqueda oculta

I

En lo profundo de tu alma indaga el espíritu, que en busca esta de no sé qué. Que no allá, aquí en este mundo ni en su cosmos imaginario. La verdad, amor del origen divino.
Si, vamos ya conforme con la doctrina del hombre, que dejaron lo que ellos creían necesario de la verdad; del origen divino del mundo de Dios.
Que no está en un templo, si no en tu santuario interno de tu espíritu. Por eso, van algunos por la vida indagando un poco aquí y allá del gran secreto de Dios. Verdad que nos niegan…
Y ocultan, en escritos que ya existen y hablan de ello. Verdades negadas a la mayoría de nosotros. Por imperio vatican... Sitio de verdades ocultas.
Pergaminos. Y antiguos escritos, del origen de frescas historia de épocas de Jesús. ¡Sí! relatos que van hacer cuentos o leyendas escritas, por hombres.
¡Sí! las verdades que si hay en pergaminos o evangelios lejanos o negados por el imperio. Dando al hombre de fe migajas de lo escogido por ellos.
Profundizaron en aquellas verdades (evangelios) evidencias antiguas. Arrancando lo más ajustado para el poderío de su ermita; sin antes dejar al espíritu de la verdad.
Ver y sentir en su interior de su ser, el abrigar profundo que puede ver y apreciar un poco de aquella verdad. Excusen si agravio…
Busco el saber del espíritu flamante. Pero… de la verdad de Dios; mas no del hombre. Quiero un poco de lo ya escrito de la inspiración divina.
Del don mágico espiritual que solo Dios ha sembrado, en unos cuantos seres. Por eso sigo en búsqueda, mirando en lo interno y rogando a Él, principio y fin del saber y verdades de su mente infinita.

Categoría: Reflexiones

→ Leocadio Ernesto Peña Viloria

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